Capítulos anteriores:
Libro 1.
La leyenda de las siete Ka-Ha -PROLOGO/1ª Parte: Las tierras del norte.
La leyenda de las siete Ka-Ha - PROLOGO/2ª Parte: El Clan de los Shul.
La leyenda de las siete Ka-Ha - PROLOGO/3ª Parte: Los cinco clanes.
La leyenda de las siete Ka-Ha - 4ª Parte: Una nueva era.
La leyenda de las siete Ka-Ha -5ª Parte: Bosque maldito (1ª y 2ª Parte).
La leyenda de las siete Ka-Ha - 7ª Parte: Guerra.
La leyenda de las siete Ka-Ha - 8ª Parte: Un nuevo comienzo.
Libro 2.
La sangre de la pantera - 9ª Parte: El camino del Sur.
La sangre de la pantera - 10ª Parte: El emblema de la pantera.
La sangre de la pantera - 11ª Parte: Viaje al Este.
La sangre de la pantera - 13ª Parte: La batalla de Epikas.
La sangre de la pantera - 14ª Parte: Reencuentro.
La sangre de la pantera - 14ª Parte: Reencuentro.
La sangre de la pantera - 15ª Parte: El fin de la guerra.
Tierras del Legado Nurvak, ciudad de Brumesa.
21º Año del mandato de Jeraqc Braman, 18º Legado de Nurvak.
Estación del Toro; Primer tercio, decimosegundo día.
Petro, quien no había dicho ni una palabra desde el regreso de Sirye, seguía en el hospital entristecido por la negativa de su hijo a unirse a él y ocupar el puesto que antes fue suyo. Solo ansiaba que su pierna sanara cuanto antes y así poder volver a la frontera del este, estar en aquel lugar lejos de la batalla lo hacia sentirse anciano e inútil. Sirye que estaba en el exterior del edificio tomando algo de aire fresco, pensaba que seria lo que ocurriría una vez Petro mejorara. Sintió una mano que se posaba sobre su hombro, giro la cabeza y vio el rostro del joven Milo.
-Buenos días Loel.- La saludo amigablemente.- ¿Esta mi padre dentro?
Ella asintió sorprendida. Milo lanzo una sonrisa a la joven y cruzo la puerta del hospital. Sirye estaba petrificada, separo la espalda de la pared del edificio y siguió los pasos del joven. Vio como Milo entraba en la habitación de Petro, ella espero fuera.
Petro alzo la vista cuando escucho las bisagras de la puerta chirriar y vio una cara familiar. Milo cerro la puerta tras el y se acercó a su padre.
-Hola padre.- Lo saludo.
-Hola Milo… no esperaba verte aquí.- dijo el padre.
-Lo imagino. Quiero que escuches lo que tengo que decir.- se impuso el joven ante su padre. Se acercó a la cama en la que estaba postrado el guerrero y dijo estas palabras.- Voy a aceptar tu oferta de ser tu comandante en la 2ª división del oeste. No creas que lo hago por ti, no tengo ningún interés en recuperar el tiempo perdido, solamente lo hago porque deseo ese puesto.
-Lo comprendo. Yo aun no estoy en situación de poder regresar al oeste pero tu puedes viajar al campamento hay mismo se así lo deseas.
-No, debo solucionar algunos asuntos pendientes aquí antes de viajar al oeste. Cuando mejores deberías visitar la tumba de mama,- Milo apretó el puño con fuerza.- aunque solo fuera una vez.
El joven salió de la sala y dejo a su padre atrás, quien recogió los frutos de tantos años de abandono. Sirye que esperaba al otro lado acompaño al joven hasta la salida y este le dijo unas ultimas palabras antes de marcharse.
-He aceptado el cargo de comandante. No lo hago por mi padre, lo hago por mí. Esperare a que mi padre se recupere para viajar al oeste, espero que podamos viajar juntos.- La chica asintió.- Eso estará bien. He oído que han traslado a la 2ª división del oeste a la fortaleza de Panhan, parece ser que aun no han informado a mi padre, ¿podrías decírselo tu?- Ella volvió a asentir.- Muy bien, hasta la vista Loel.
Tierras del Legado Nurvak, ciudad de Brumesa.
21º Año del mandato de Jeraqc Braman, 18º Legado de Nurvak.
Estación del Águila; Primer tercio, tercer día.
Los días pasaban y las heridas de Petro parecían mejorar. Al fin Petro pudo ponerse en pie sin sufrir ningún dolor, el día de regresar como el nuevo Coronel había llegado. Sirye recogió las cosas del Coronel y preparo todo para el viaje, habían pasado dos tercios desde el ingreso de Petro en el hospital de Brumesa y habían dejado atrás la estación del Toro para adentrarse en la estación del sol, la del Águila. Sirye trajo los caballos hasta la puerta del hospital y cargo en estos todo el equipaje, ayudo a su superior a subir al caballo y marcharon al cuartel del oeste de Brumesa en busca de hijo de Allen. Cuando llegaron Milo los estaba esperando junto a su caballo, monto y los tres comenzaron su viaje hacia el Panhan, su nuevo hogar.
Cabalgaron durante todo el día y parte de la noche, solo campo abierto había en su camino. Con la luna observándolos desde el cielo los jinetes finalmente alcanzaron su destino. La ciudad de Panhan que no era especialmente grande albergaba en su frontera norte al abrigo del bosque del norte la gran fortaleza de Panhan, la más grande de todo Nurvak. Cruzaron la muralla de tosca roca por el gran portón que se habría desde el este de esta y atravesaron el gran patio de tierra. Milo fue el primero en abandonar su montura y Sirye lo siguió para poder ayudar al general. La oscuridad lo cubría todo pero se podía ver desde el patio las pequeñas y parpadeantes luces que iluminaban algunas de las estancias de la fortaleza. Esta era grande como un castillo y albergaba a todos los hombres de la 2ª División del oeste que eran mas de tres mil, el Capitán general Braman había decidido premiar a sus hombres con una estancia mas cómoda después de la victoria en la batalla de Dari. La fortaleza construida en roca negra se alzaba como un gigante entre el bosque y el pueblo de Panhan, los recién llegados alzaron sus cabezas y contemplaron en su totalidad la inmensidad del edificio. Entraron en el y un hombre los recibió.
-Buenas noches caballeros, ¿que les trae a este lugar a tan altas horas de la noche?
-Buenas noches, mi nombre es Petro Allen, soy el nuevo Coronel de la 2ª División del oeste. Me acompañan Loel, mi asistente y Milo Allen nuevo Comandante a mi cargo.
-Por supuesto. Recibimos la carta del Coronel general Cornell sobre su situación. Nos alegra que se haya recuperado. Síganme les guiare a sus aposentos.
Caminaron tras el hombre, subieron una escalera de caracol y ascendieron a la primera planta, en esta había un pasillo y en el cinco toscas puertas. El hombre les guio a través del pasillo, dejaron atrás dos, indico a Milo que la tercera era la suya, a Sirye que la cuarta era la suya y a Petro que la quinta y ultima la suya.
Tierras del Legado Nurvak, Fortaleza de Panhan.
22º Año del mandato de Jeraqc Braman, 18º Legado de Nurvak.
Estación del Caballo; Segundo tercio, decimoprimer día.
La guerra llego a su fin y los habitantes del legado del norte habían salido victorioso una vez mas, Epikas no había tenido mas remedio que retirarse de la frontera con Nurvak pues sus filas se habían visto menguadas y no eran capaces de hacer frente a los temibles guerreros del Norte. Los hombres habían regresado a su rutina, a la vida normal. Milo y Sirye comenzaron a entrenar juntos y poco a poco su amistad fue creciendo. Petro se llenaba de orgullo al ver a su hijo convertido en el formidable hombre que era y en comandante a su mando. La paz regreso al norte y con ella la rutina a la vida de la 2ª División del oeste.
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