viernes, 16 de agosto de 2013

[Original] KA-HA: Las espadas del Lobo - La leyenda de las siete Ka-Ha - 7ª Parte: Guerra.

Otro capitulo de Ka-Ha de la mano de Peppers, este capitulo tiene un poco mas de acción y con este estamos a solo un capitulo de terminar el primer libro. Espero les guste. Dejo los links de los capítulos anteriores.
La leyenda de las siete Ka-Ha -PROLOGO/1ª Parte: Las tierras del norte.
La leyenda de las siete Ka-Ha - PROLOGO/2ª Parte: El Clan de los Shul.
La leyenda de las siete Ka-Ha - PROLOGO/3ª Parte: Los cinco clanes. 
La leyenda de las siete Ka-Ha - 4ª Parte: Una nueva era. 
La leyenda de las siete Ka-Ha -5ª Parte: Bosque maldito (1ª y 2ª Parte).

La leyenda de las siete Ka-Ha -7ª Parte: Guerra. 




27º PARLAMENTO, CLAN ILMAR.
Pueblo de Ithos. Ciclo 426 de Bërt-Ehm.
Segunda estación, Shot-Sa; Tercer tercio, vigesimotercer día.


-Deberías permanecer en la cama, tus heridas aun no han sanado del todo.- La dulce voz de su madre siempre la perseguía, haya donde fuera Sirye su sombra siempre estaba tras ella.

-Estoy bien madre, ni siquiera me duele. Me duele mas no haber podido estar en la fiesta por mi cambio de ciclo. Seguro que hubiera sido una gran fiesta, padre me hubiera dado mi primera espada.- la excitación de la joven alteraba la tranquila vida de los Ilmar, las risas y el alboroto llenaba la estancia.- ¿Donde esta padre?

-Ya sabes que tu padre no puede estar aquí, debe permanecer cerca del umbral. A él también le dio mucha pena no poder estar contigo en tu cambio de ciclo, además 10 ciclos es un paso muy importante para los Shul. Pero lo celebraremos cuando tus heridas mejoren.- Ilitana, que observa el paisaje a trabes del gran ventanal, no podía evitar el miedo que la llenaba por dentro. Ya había perdido al primero de sus hijos, ¿como sobrevivir a la muerte de un segundo?- Ahora descansa y dentro de un rato te traigo la comida y podremos jugar.

Salió de la habitación y con tristeza observo a su hija, nunca mas seria una Shul, no mientras Kurna vivera. Habían pasado una estación desde el ataque y Sirye se recuperaba con rapidez, no quedaba rastro de la herida y la niña había recuperado su vitalidad. Apenas recordaba lo sucedido aquel fatídico día, sin comprender aun como seguía con vida. Sus padres decidieron enviarla a Ithos junto con su madre para ocultarla de la vista del Hak y a todos hicieron creer que de las heridas no consiguió recuperarse. Ha oídos de todos había llegado que la única heredera del Shul-Ha había muerto, ¿que haría el portador si no tenia un heredero a quien le entregaría su espada? ¿Que sucedería con el bosque? Los pobladores de norte comenzaron a angustiarse y los rumores corrían por todos los clanes ¿que haría Sheros?


5ª GENERACIóN, CLAN SHUL:
Pueblo de Sholem. Ciclo 426 de Bërt-Ehm.
Tercera estación, Shot-Kal; Primer tercio, decimoprimer día.


El líder estaba reunido en la casa bajo el emblema del lobo, discutía sobre tácticas de guerra con los cuatro hombres que lo rodeaban.

-Pero no tenemos suficientes hombres para emboscarlos en la llanura y a la vez proteger Sholem, si consiguieran escapar y llegar al pueblo antes que nosotros estaríamos perdidos. No creo que desproteger Sholem sea una opción.-Dijo Brektöl que se encontraba a la derecha de Sheros.

-Thos-Ä va a enviar hombres hasta duplicar el numero de jinetes que tenemos y estos se apostaran a las afueras para reforzar nuestras defensas, los pocos que consigan superar la emboscada caerán en Atnes-Rä antes de llegar a Sholem. -exclamo Sheros.

-A parte de los hombres que he traído conmigo un centenar más de hombres vendrán en caso de continuar con el plan. El Kot-Räk esta conforme con el Shuls-Ha, cree que es mejor enfrentar a los Karmak en las llanuras de Atnes-Rä que permitir que se acerquen tanto a los limites de Sholem.- dispuso el extranjero, hombre de largos cabellos rojizos que estaba junto a Sheros.

-Entonces ese es el plan. -Sohal se inclino sobre la mesa y señalo el rio Beräm-Ra en uno de los mapas que había sobre la mesa. -Que los jinetes de Atkora cubran la orilla oeste del rio y se oculten hasta que los Karmak lo crucen, nosotros los esperaremos al este y una vez estén todos en el agua, atacarlos. Los que consigan escapar se enfrentaran a los jinetes en las llanuras y si alguno sale con vida se encontrara con mas hombres antes de llegar a Sholem.

-No creo que suban más al norte para intentar bordear las llanuras. Lo mas seguro es que crucen por la parte mas ancha del rio, es donde menos cubre el agua y si quieren hacer cruzar a sus caballos pasaran por ahí. –Explico el extranjero.- Es el mejor lugar para atacar, los Karmak no lo verán venir y no nos arriesgaremos a que la batalla llegue a nuestras casas.

-Entonces esta decidido. ¿Todos conformes?


27º PARLAMENTO, CLAN ILMAR.
Pueblo de Ithos. Ciclo 429 de Bërt-Ehm.
Segunda estación, Shot-Sa; Segundo tercio, decimosexto día.


Las estaciones pasaron, un nuevo ciclo comenzó y también acabo. Otro más vino y la pequeña lejos de su hogar crecía junto al pueblo de su madre que una vez la vio marchar. El blanco manto había desparecido dejando paso a la vida, los días cada vez eran mas largos. Los niños jugaban con los restos de la nieve que aun no se había fundido en la pradera y los habitantes de Ithos disfrutaban de los cálidos días en el exterior. Por las noches, sobre todo al atardecer, aun se podía notar los fríos vientos que llegaban del norte, allí donde seguía la amenazante arboleda que se negaba a permitir que la vida existiera, pero en seguida, el sol volvía a nacer en oriente iluminando y dando vida a todo el gran valle. Interminables colinas de verdes prados, no había sombras en el paradisiaco valle, una ciudad erigida en blanca piedra se alzaba en el interior. Hermosas construcciones que albergaban a una de las más tranquilas culturas del norte, templos dedicados al estudio y conocimiento, hogares llenos de vida, campos de labranza y en el centro la gran biblioteca de Ithos, hogar del Parlamento. Una nueva vida había comenzado, otra visión, otra cultura. Sirye que no había olvidado la tradición de su pueblo todos los días se entrenaba en el arte de la Ka-Ha, pero otras cosas también ocupaban su tiempo. Atenta a las lecciones, aprendía y estudiaba a los otros clanes, conocimientos de las lenguas tradiciones y costumbres, era una vida tranquila lo que allí tenían. El valle de Ilias era un pacifico lugar para criar a los niños un lugar sin amenazas lejano del peligro de Sheika y a las batallas que acontecían en los últimos tiempos entre Karmak, Atkora y Shuls. Pero un día un jinete llego.

-Debo ver a Ilitana, esposa de Sheros.- El jinete de largos y oscuros cabellos les recordaba al gran bosque de Sheika. El temor volvió a encoger el corazón de la hermosa Ilitana.

-Yo soy Ilitana ¿qué sucede?- El hombre se acercó a ella y las palabras que mas temía por fin llegaron a sus oídos.

-La guerra mi señora. El Clan Karmak pretende atacar vuestras tierras.-El hombre cogió del brazo a Ilitana y la llevo a un oscuro rincón y en un susurro dijo estas palabras.-Sheros cabalga hacia aquí sin que nadie lo sepa. Tras mis pasos venia así que pronto llegara.

-Debéis hablar con mi padre y el parlamento guerrero, no conmigo, si es sobre guerra sobre los que vais ha hablar.-

Dijo en voz alta y veloz la sala abandono.

Corrió hacia su hija, preparo su equipaje, pues sabía que aquel ya no era un lugar seguro para ella. Preparo algo de ropa, recogió sus cosas y fue hacia la puerta principal y allí lo vio, al hombre que amaba y que durante tanto tiempo anhelo.

-Sheros, amado, ¿es cierto eso que dicen?

-No hay tiempo para explicaciones, debemos sacarla de aquí ahora. No sabemos cuando atacaran, pero será pronto.

-¿Y donde la ocultaremos ahora, en lo alto del Jäl-Elk, con los Burtham? No podemos vivir eternamente huyendo. No, esa no es vida para ella, ni para mí, ni para ninguno de nosotros Sheros. Al final la encontraran.

-No tenemos más opción, hemos de sacarla de aquí cuanto antes. Iré a lo alto del Jäl-Elk, a la cima Barpek y me reuniré con el Adab-Bäb, le suplicare para que acoja a Sirye y la oculte como una mas de los Bab-Këi. Tú también debes huir, ocúltate en la fortaleza de Ankar, los Karmak jamás lograran atravesar sus altos muros. Es el lugar mas seguro ahora mismo Ilitana. Un jinete te llevara hasta allí.- la respiración de Sheros estaba agitada, agarro del brazo a su esposa para guiarla, pero ella se libero y observo al Shul con cara de dolor.

-¿Huir? ¿Hablas de abandonar a mi pueblo? No puedo Sheros, aquí esta mi familia, mis amigos, mi hogar. No puedo dejarlos atrás y salvar mi vida yo sola. No puedo Sheros... - su mirada se ensombreció, agarro sus ropas con furia e impotencia, blancas como la tierra de la que provenía, desgarro parte de su vestido.-No me marchare. No dejándolos atrás.

-Ilitana no puedes quedarte, no sabemos si podremos proteger Ithos. No hay hombres suficientes para defender las tres ciudades.

-No importa, nosotros la defenderemos.

-¿Defender? ¿Como? No estáis instruidos en la batalla, ningún Ilmar sabe luchar. Lo mejor que pueden hacer es abandonar la capital y ocultarse en los valles hasta que la guerra pase.

-¿Ninguno? Conviví con los Shul mucho tiempo... yo luchare. Solo necesito que nos deis armas y preparare a los hombres para la batalla. No permitiré que esos animales saqueen, destruyan y quemen nuestro hogar. ¡Jamás lo permitiré!

-No hay tiempo Ilitana. Los Karmak podrían atacar en cuestión de días.

-No voy a abandonar a mi gente Sheros, no importa cuanto insistas.- las lagrimas surgieron de sus ojos, oscuros, angustiados por el temor de la guerra, el dolor de la perdida de todo lo que amaba.

-Esta bien. Hablare con Thos-Ä, hare que os envíen a todos los hombres que no necesiten en Ankar, también enviare a los hombres que pueda de Sholem.- Sheros sabia bien que no seria suficientes para proteger a Ithos, pero nada mas podía hacer para salvaguardar la seguridad del pueblo de su esposa.- De todas maneras sacad de la ciudad a mujeres y niños. Esta guerra será algo que sus inocentes ojos jamás deberían ver. Ahora debo marcharme, tengo que llevarme a Sirye.

Sheros abrazo a su mujer, la beso y le susurro palabras cálidas.- La guerra acabara, los Karmak no saldrán victoriosos. Es una promesa Ilitana y antes de que otro ciclo se suceda, los tres volveremos a estar juntos. Te amo.- Se alejó, dejando atrás a su esposa que una vez mas sintió haberlo perdido todo. Monto a su hija en el caballo y cabalgo, el jinete se alejó hasta que su ser solo era un sombra en la distancia que poco a poco se difuminaba con el paisaje, esta silueta se torno oscura y tétrica. El sol ya no brillaba en el valle de Ilias, negruzcas nubes comenzaron a cubrir el cielo y una vez mas el temor lleno su corazón.

Sheros cabalgo durante todo el día y la noche lo alcanzo, cansado alzo la vista y contemplo el Jäl-Elk. La niña que dormía en su regazo no conocía las amenazas que silenciosamente se acercaban.

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