jueves, 11 de julio de 2013

[Original] KA-HA: Las espadas del Lobo - La leyenda de las siete Ka-Ha - PROLOGO/3ª Parte: Los cinco clanes.

Bien, esta es la ultima parte de lo que sería el prologo. Avanza en el tiempo, donde llegan mas clanes a las tierras del Norte. Yo no son solo los Shul los que habitan el valle.

Para los que no han leído los otros dos capítulos, aquí dejo los links.

La leyenda de las siete Ka-Ha -PROLOGO/1ª Parte: Las tierras del norte.
La leyenda de las siete Ka-Ha - PROLOGO/2ª Parte: El Clan de los Shul.


La leyenda de las siete Ka-Ha.
PROLOGO/3ª Parte: Los cinco clanes. 



La marcha de Sirkey quedo atrás y la estaciones se sucedieron. Como prometió a su padre, Syrkas continúo con el legado de su familia, y protegió a los habitantes del norte de los demonios de Sheika junto a los otros portadores. Se caso con Silyan del Clan Shul y tuvieron dos varones, Sirkey 3º y Syrkas 2º, y una niña, Syrana. Syrkas y su hermano Barem gobernaron con benevolencia al Clan.

Vieron nacer al tercer Clan, los Ilmar. Emigraron del territorio de los cuatro legados, como muchos antes, huyendo de la guerra. Siguieron el rio Bëram-At atravesando las montañas Surem hasta que se toparon por el sur con el lago Atkei. Pacíficos e intelectuales, su gobierno se formo por un parlamento de eruditos de todos los campos. Se dedicaban tanto a la ciencia como la filosofía, el arte, las matemáticas y la música. Vivian de la agricultura y dedicaban su vida al estudio. No eran guerreros, tampoco tenían ejército. El Clan Ilmar no creía en ninguna deidad, se consideraban a si mismos racionales, creyentes de la ciencia y la naturaleza. Respetuosos con lo otros clanes y su entorno.

Atraídos por la tranquilidad del lugar y al no haber amenazas cerca se instalaron en el valle de Ilias. Allí fundaron su capital, Ithos. Era una región fría, no tanto como el Bosque Sheika, pero allí disfrutaban de las estaciones más cálidas, Shot-Sa la que daba paso a la vida y con la que la nieve comenzaba a fundirse. Y Shot-Kal la estación del sol. Aunque fueran estaciones frías, el valle de Ilias era el único en la que la nieve desaparecía durante una estación y se podía ver el vibrante color verde de la hierba.

Su color era el Blanco, que representa la lucidez y el conocimiento.

Cuando Syrkas, el primero con su nombre ya no estubo, su hijo mayor Sirkey 3º era poseedor del titulo de Shuls-Ha. Entonces llegaron otros, los Atkora, el cuarto Clan. Dijeron que habían llegado desde más allá de las montañas Orkham, aunque nadie estaba seguro desde donde emigraron. Vinieron en busca de tierras fértiles, pues la suyas ya no lo eran. Grandiosos jinetes, trajeron sus caballos desde sus tierras, estos eran los más veloces que jamás se hubieran visto. Honorables y expertos cazadores, los Atkora se instalaron en la llanura de Atnes-Rä, donde construyeron la gran ciudad amurallada de Ankar, al norte del lago Atkei. Su territorio limitaba por el norte con las montañas Norem y por el noreste con el Clan Shul. Su deidad era el Dios Korbas, Dios de la caza. Vivian pacíficamente junto al resto de los clanes. Su relación con los Shul fue buena desde su llegada a las tierras del norte, ellos les daban fuertes y veloces caballos y los Shul le entregaban excelentes arcos y utensilios para la caza, ya que su forja no tenía rival. De igual manera dieron caballos al clan Ilmar a cambio de utensilios de labranza y semillas. Respetuosos, nunca abandonaban a sus caballos y todos los caballos de una familia siempre pertenecían a la misma estirpe. Su líder era el Kot-Räk. Amaban la carne roja y la cerveza, lo celebraban todo, incluso la muerte de un miembro del clan no era razón para apesadumbrarse, lo despedían con una gran fiesta y hacían que la cerveza corriera hasta que no quedara ni un solo hombre en pie.

Su color era el verde, como las llanuras por las que cabalgaban.

Los clanes prosperaron y convivieron en paz durante un largo tiempo, Sirkey 3º se caso con Shora del Clan Shul y fue el padre de Syrkas 3º, Surhes y Shora. Aunque longevos el tiempo de Sirkey, el tercero con su nombre, llegaba a su fin y al igual que su padre y el padre de este, le entrego la Ka-Ha y el titulo de Shuls-Ha al mayor de sus hijos, Syrkas 3º. Corrían tiempos tranquilos, las sombras de Sheika ya formaban parte de las leyendas de las tierras del norte, vivían sin temor por las bestias. Pero entonces un peligro más mortal llego. El quinto Clan, Karmak.

Llegaron al territorio de los cinco clanes huyendo del sur. Ladrones, asesinos y desertores formaron el Clan. Los Karmak eran guerreros y un clan industrial, se situaron en las montañas de Orkham, donde extraían el mineral de las montañas sin cesar para crear armas y todo tipo de artilugios para la guerra. Orgullosos y bien instruidos en el arte de la guerra, este Clan ansiaba el poder sobre todo el territorio recién descubierto y gobernar sobre los demás Clanes. No tenían ninguna deidad, la guerra y la destrucción era su única obsesión. En el Clan Karmak no se heredaba el titulo de Hak (líder del Clan), solo lo recibía el que acababa con el anterior Hak, y así al demostrar estar en superioridad ocupaba el puesto como líder del clan. El cráneo del Hak derrotado se colocaba en el trono, para ensalzar la supremacía del actual líder.

Su color era el Rojo, que representa la sangre derramada en la batalla y el fuego de la fragua.

Para aunar fuerzas en contra de esta nueva amenaza que parecía desestabilizar la paz del territorio del norte, Atkora y Shul decidieron unirse para luchar contra el Clan Karmak si así fuera necesario. Una de sus mejores amazonas, Antea, se caso con en Shuls-Ha Syrkas 3º y tuvieron dos hijos, Sheros 1º y Symus.

Los Karmak escucharon de las leyendas sobre Sirkey y sobre las espadas que poseía su Clan. Lucharon contra ellos para arrebatarles sus armas divinas y así gobernar sobre los Clanes, pero jamás consiguieron vercerlos. No importaba cuantas veces se enfrentaran, los Shul eran superiores en el arte de la lucha, y los Atkora eran los mas veloces jinetes.

Y el tiempo transcurrió.

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