Capítulos anteriores:
Capitulo 1 - Prologo.
Capitulo 2 - ¿La advertencia?
Capitulo 3 - Base Lunar.
Capitulo 4 - Seguridad.
Capitulo 5 - VF-5000 Star Mirage.
Kara se veía algo inofensiva
mientras veía como la nave de clase Guantánamo aterrizaba en la base. Por ello
decidí aproximarme por detrás de ella y saludarla, con algo de suerte, tal vez
congraciarme con ella. Pero estuve a no menos de dos pasos de ella, cuando esta
se giró, me levanto por su espalda y me tumbo en el suelo, para montarse sobre
mí. En serio, ¡creí que me mataría!, pero se detuvo.
— ¡Ash!…
solo eres tú — dijo molesta.
Se levantó y volvió la vista al
exterior de la base.
— ¿Cómo
que solo soy yo?, eres un poco grosera.
— Tu no fuiste mejor conmigo cuando llegue aquí — me
respondió sin voltear a verme.
— Si… ya lo sé, no fui muy educado en esa ocasión, es
lamentable lo que le paso a tus camaradas. Te entiendo que es difícil que
manejes esa situación.
Kara por fin se dignó a mirarme,
aun con enfado en su rostro, pero lo admito, tenía unos lindos ojos. Pero aun
con esos bellos ojos, su mirada era intimidante.
—
¿Alguna vez has visto a alguien morir? — me pregunto.
—
No… creo que no.
—
Entonces no entiendes por lo que estoy pasando.
—
Bueno… tal vez tengas razón, pero si me lo
explicas, tal vez pueda entender.
— ¡No!...
jamás lo entenderás — y se giró para darme la
espalda nuevamente.
El temperamento de los zentran
era legendario, y me había acostumbrado a tratarlo, pero ella por momentos era
fría, dura y temperamental como zentran, y en otros momentos parecía más
frágil, como cuando la vi inicialmente y razón por la cual intente hablarle. Y
no se lo atribuí necesariamente a su mestizaje, se lo atribuí a que sencilla y
llanamente se trataba de una chica rara.
—
Bueno, ¿y que planeas hacer? A parte de quedarte
como fantasma viendo cómo pasan las naves por la base.
Kara no me respondió, no vi más
objeto en seguir intentándolo. Me empecé a retirar. Cuando ella me detuvo.
—
Espera…
— ¿Sí?
— dije mientras me voltee para verla.
— Si te ayudo en tus experimentos… ¿es posible que me
presten un VF para volar?
¡Sí!, la tenía, debí suponerlo
desde un principio. ¿Qué otra cosa podía ambicionar más que nada en el mundo
que volar en un VF? Me hubiera golpeado yo mismo por no pensar en ello antes.
— ¿No
te es suficiente con los simuladores? — le
pregunte con un tono un tanto malévolo.
— No, no lo es, sirven por un rato, pero si no salgo de la
base siento que me terminare volviendo loca como todos ustedes.
— Viniendo de ti… supongo que deberé de tomarlo como un
cumplido. Pero… ¿estarás dispuesta a participar en cualquiera de mis
experimentos, sin dudar o desconfiar de mí?
No me respondió de inmediato, se
quedó callada, parecía estarlo sospesando, como si midiera los pros con los
contras.
—
Es probable que termine lamentando esto… pero de
acuerdo.
— ¡Excelente!,
entonces sígueme — dije mientras la tome de su
mano y comencé a arrastrarla por la base.
— ¡Espera!... ¡¿ahora mismo?!
— ¿Por qué no?, entre más tiempo esperemos más tardaremos
en analizar los datos.
Al poco tiempo dejo de oponer
resistencia, y permitió que la jalara hasta uno de los hangares de VF. Pasamos
por varios hasta llegar a uno de los VF-5000, enfrente de él estaba uno de mis
más confiables ayudantes, aunque aún era verde, pues apenas si tenía 12 años el
mocoso. Su nombre era Yang Neumann. Sin duda tenía algo de futuro, y de no
haber intentado hackear el servidor principal de ciudad Macross, tal vez no
estaría aquí.
Yang Neumann.
— Kara,
te presento a mi asistente más confiable Yang
Neumann. Yang, ella será nuestra nueva piloto de pruebas.
— Un placer señorita, como puede ver acaba de conocer al
cerebro de esta operación — dijo Yang.
— ¡Claro!, nadie es mejor que yo — dije muy orgulloso.
— Me refería a mí — respondió Yang.
— Tal vez algún día hasta logres diseñar tu propio VF,
pero ese día no es hoy, así que compórtate y haz lo que te digo — le dije a
Yang
— ¡Haz lo que quieras!, ¡siempre lo haces! — respondió molesto Yang,
para después retirarse.
Kara no dijo nada, solo se quedó
viendo el VF-5000.
— Esta
cosa sí que esta maltratada, pareciera que ha visto mucha acción — dijo Kara sin apartar la mirada del VF.
— Si, muchos de los VF-5000 que tenemos estuvieron
apostados en puestos fronterizos, y cuando ya casi estaban por ser dados de
baja es que los mandaron para acá. Supongo la UN Spacy piensa que puede
mantenernos entretenidos con estos, sin desperdiciar muchos de sus recursos.
Aunque te juro que cambiaría todos estos cacharros por un solo VF-11.
— Es verdad que nada se equipara a un VF-11, pero no creo
que debas de subestimar del todo a estos VF-5000. Tal vez estén maltratados,
pero aún están aquí para servir, tal vez no les des el final más poético, pero
te son útiles para tus propósitos, ¿no?
— Supongo… como sea, ponte esto y prepárate a salir, vas a
probar uno de los juguetes de Yang — le dije mientras le lance un traje de
vuelo.
— Está bien — solo dijo eso y de la nada comenzó a
desnudarse frente a mí, en orden de ponerse el traje de vuelo.
Música sugerida para leer el relato a partir de este punto.
No puedo mentir, aquello fue toda
una vista para los ojos. Cuando tuvo el traje puesto, se metió dentro de la
cabina del VF. Lo encendió y se dirigió a una de las esclusas. Una vez estuvo
allí, prendió los propulsores al máximo, y salió de la base.
Al principio parecía estar
disfrutando calmadamente de aquello, pero de repente, comenzó a hacer varias
maniobras peligrosas, voló cerca de varias de las naves circundantes, y estuvo
a punto de chocar con un par de VF-11, los cuales solo evito tras transformar
su VF en modo Batteloid, los evadió como una gimnasta saltando el potro. Con
esas maniobras, demostró sin cabida a la duda porque era de la elite.
—
Bueno, bueno, creo que ya te divertiste lo
suficiente, podrías ir a las coordenadas que te estoy enviando, y por favor
trata de no meternos en ningún problema.
—
¿Prudencia en ti Isacc?… ¿no se supone que eres
todo menos ortodoxo? Como quieras, cambio el rumbo a las coordenadas recibidas.
Era curioso, pero desde que Kara
había llegado a la base, era la primera vez que la veía contenta.
Una vez llego al área de pruebas,
se transformó en modo gearwalk y espero por instrucciones mías.
—
Eres bastante buena, te concedo eso. En fin,
¿vez aquellas rocas marcadas con un blanco?
—
Sí.
—
Bien introduce el código P-004 en el tablero.
—
¿Qué es lo que hará eso?
—
Yang y yo hemos logrado miniaturizar el pint
point barrier. Hemos estado desde hace tiempo probándolo, pero… bueno, llegaste
a escuchar de lo que paso en estados unidos, cuando paso por allí el Macross.
—
No… ¿es importante?
— ¡Nah!,
es mejor que no lo sepas. Solo apaga el sistema una vez llegues a los 3 minutos
— dije mientras cruzaba los dedos.
— ¿Y qué esperas que haga?
— Una vez actives el código, se encenderá al pint point
barrier en los puños del VF. Quiero que golpes todas esas rocas hasta, pero sin
pasarte de los tres minutos tras activar el código. De hecho se activara un
cronometro que te ayudara a calcular cuando apagar el sistema.
— Esto podría hacerlo hasta un novato.
— No necesariamente, hay una relación de velocidad implicada,
y creo que si lo haces tú con tus habilidades, tendremos resultados que jamás
hemos obtenido hasta ahora.
— De acuerdo, activando pint point barrier.
El sistema se activó, como era de
esperarse, y el VF-5000 piloteado por Kara pasó a modo Batteloid, para después
abalanzarse sobre las rocas, destruyéndolas con los puños. Era muy veloz, algo
me decía que ese VF estaba siendo piloteado como nunca en la vida. Pasados 3
minutos, el tiempo límite del sistema, es que destruyo todos los objetivos. Y
yo estaba pasmado.
—
Nada mal, alférez Kara.
Ella sonrió, primera vez que le
veía esa sonrisa.
—
Y pude haberlo hecho en menos, si no hubiera
tenido que haber activado y desactivado el sistema cada vez.
—
Un momento… ¿no lo dejaste prendido?
—
No vi la necesidad, algunos objetivos estaban
lejos, y pensé que podría ahorrar energía con ello. Es más, aún tengo
suficiente para seguir dando de golpes. Deberías de pensar en colocar alguna
especie de sensores de proximidad que activen esta cosa.
—
No había pensado en ello, todos los pilotos que
lo habían probado, ninguno hizo eso, y por eso nunca alcanzaba a destruir todos
los objetivos designados.
— Pues
ahora ya lo sabes — Kara volvió a sonreír.
Era tal como lo pensaba, con Kara
en la base lunar, algunas cosas cambiarían para siempre. Y aun mas cambiarían,
pues sin saberlo, la más grande flota de zentraedis renegados, desde la flota
de Bodolza, se aproximaba a la Tierra para destruirnos.
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