viernes, 28 de junio de 2013

[Original] KA-HA: Las espadas del Lobo - La leyenda de las siete Ka-Ha -PROLOGO/1ª Parte: Las tierras del norte.


Y vuelven los relatos. Este fue escrito por una amiga española, que solo quiere ser identificada como Peppers. Ella tiene este hobby de la escritura, por ende no se considera una profesional, pero de vez en cuando le entra a esto. ¿Y de que va este relato? Bueno para los que estuvieron leyendo Elysium, notaran que es muy, pero muy diferente, o también lo es del otro relato que publique de mi autoria, Khata: La memoria de Sandino.

Esto no es ciencia ficción, de hecho propiamente dicho es una historia que trata de magia y culturas antiguas. Aunque no esperen magia estilo Harry Potter... de hecho es un poco mas reflexiva y misteriosa. En realidad lo empece a leer hace tiempo, pero por cuestiones de la vida no lo pude continuar. De repente me surgió la oportunidad de retomar esta lectura. La verdad es que me quede de ¡¡Guau!! El mundo creado por Peppers es impresionante. Los personajes son originales, al igual que su mundo, y los detalles que le agrego son sencillamente fantásticos. Peppers lo dividió en libros, que en este caso son tres. Estos son los capítulos correspondientes a ese primer libro, el cual titulo  como: La leyenda de las siete Ka-Ha.

Sin mas preámbulo, los dejo con este relato, que muy bien vale la pena leer, y que iré publicando un capitulo cada semana. Y no, no pasara como con Elysium que de repente la deje, y que no es que la haya dejado, es que le he querido meter detalles para que sea mas interesante, ya que KA-HA es un relato que ya fue completado con un total de 25 capítulos. En todo caso, espero la disfruten esta historia como yo la disfrute.

KA-HA: Las espadas del Lobo.
La leyenda de las siete Ka-Ha.
PROLOGO/1ª Parte: Las tierras del norte.




Sugerencia: Poner play al reproductor, escuche este capitulo con esta canción y vale la pena escucharla. Díganme loco, pero como que realza el relato.


El gran territorio que se escondía en el norte tras la cordillera conocida por los habitantes del sur como Pertos, los montes de Surem en el norte, ocultaba ricas culturas y diferentes clanes. Ignorantes de su existencia no sabían del mal que les protegían. El primero de los Clanes que ocupo estas tierras, los Burtham, nació de un solo hombre, un hombre cansado del hastío de la continua guerra que atormentaba a los habitantes de los cuatro Legados. 

Este, el primer portador del título de Adab Bäb, como fue conocido, vio como Bërt-Ehm hizo fluir los tres ríos que nutrieron y dieron vida a toda la tierra del norte, baldía y fría. El Adab Bäb agradecido porque Bërt-Ehm había traído la vida al valle, escalo hasta la cima más alta de Jäl-Elk, Barpek, donde nacía de la boca de Bërt-Ehm el lago Beräm (palabra que significa vida en la lengua de los Burtham) y de él, sus tres ríos. Allí construyó el templo de Bërt-Ehm, sobre el Beräm, para proteger al Dios del rio que fluye. El primer rio, el Beräm-Kei, caía hacia el noreste y llenaba el lago Atkei. De este salían dos nuevos ríos, el primero, Beräm-At continuaba hacia el sur, dando vida y color verde al valle de Ilias y después cruzando los límites de las montañas Surem. El otro, Beräm-Ra seguía hacia el norte perdiéndose en las montañas Norem. El rio Beräm-Ka, caía hacia el sur y se unía con la afluente del Beräm-At que salía del Lago Atkei hacia al sur. El tercer rio, el Beräm-Ork, que caía hacia el oeste nutria de agua al valle Arlok y seguía hasta las montañas Orkham del noroeste donde se perdía. Al este del lago Atkei, se hallaba la explanada de Atnes-Rä y al norte de aquí se alzaba la oscura y monstruosa Sheika, el bosque maldito, hogar de demonios, bestias y horrores inimaginables. El bosque lo cubría todo hasta donde alcanzaba la vista, solo la firme roca de los montes Norem topaba con su límite. Ningún Burtham se acercaba a la extraña arboleda, decían que al cobijo de la luna se podían escuchar desgarradores gritos y el incómodo sonido de las hojas de los arboles al rozar la unas con las otras. Inmóviles, perpetuos, aquellos que nunca perdían su follaje, colmaban de pesadillas los sueños de los hombres. 

Tras la llegada del Adab Bäb, otros llegaron, hombres mujeres y niños. Este les conto como vio a Bërt-Ehm, el ser que habita bajo la Cima Barpek, nutrir de agua a toda la región del norte. El dios del rió dio vida a la tierra y el juro protegerlo en la cima más alta del Jäl-Elk, para que los hombres pudieran vivir pacíficamente lejos de la guerra de los Legados. Allí había levantado su templo, construido con la roca de la misma montaña, era una construcción singular, de forma triangular, por cada una de sus paredes bajas se habría un gran arco por el cual fluían las tres afluentes del Beräm. Los Bäb-Kei, como se dieron a conocer a los seguidores del Adab Bäb, dedicaban su vida a la adoración del dios, ataron sus largas cabelleras de color gris con cintas de colores en representación de su amor y compromiso con Bërt-Ehm. La primera agarrada a la nuca, iría trenzada con una cinta naranja que representaba la vida. La segunda agarrada a la izquierda, seria trenzada con una cinta de color verde que representaba la tierra. Y la tercera y la última agarrada a la derecha, trenzada con una cinta azul representaba el agua. Los Bäb-Kei, nunca desatarían las cintas de sus cabellos, pues es el compromiso que les ata a Bërt-Ehm. 

El color de sus vestimentas era el naranja, que representa la vida y la naturaleza. 

El Clan crecía en lo alto de Barpek, aislados, continuaron sus pacificas vidas dedicadas a la adoración de Bërt-Ehm, El dios del rio que fluye. Las estaciones se sucedieron una tras otra y el que fue el primer Adab Bäb cedió su título al siguiente. Muchos más vinieron y criaron a sus vástagos ocultos tras la espesa niebla que los protegía de las curiosas miradas del resto del mundo. Los-Bäb-Kei cada día eran más, y lo que un día fue verdad se tornó en creencia. 

Solo ellos habitaban las tierras del norte, hasta que un día... 

Cuando el primero llego, nadie sabía que senda había recorrido. 

Aseguro haber atravesado el bosque oscuro de Sheika, desde las montañas de Norem, travesía que ningún otro hombre jamás se había atrevido a tomar. Dijo haber luchado contra sombras con forma de bestias durante mil vidas, empujando a todas las sombras a lo más profundo del bosque para que nunca salieran de él. 

Aquel hombre con el nombre de Sirkey, el primero, había logrado lo que ninguno antes, alejar el único temor del Adab Bäb, líder de los Burtham, que habitaban en lo más alto del Jäl-Elk. Este aseguro que no eran solo sombras lo que en aquel extenso bosque habitaba, un espíritu con forma de lobo se le había aparecido a Sirkey. El primero le hizo una pregunta al espíritu "¿Qué haces aquí triste criatura, rodeado por estas bestias, en este oscuro bosque?" a lo que el lobo contesto, "Soy el Espíritu del lobo, Dios del bosque. Es mi deber luchar eternamente contra los demonios que aquí habitan para que jamás abandonen esta oscuridad y así proteger la vida que más allá del bosque crece. Nada vive aquí, solo hay muerte." Sirkey le hizo una promesa al espíritu del lobo, "Yo protegeré estas tierras de las sombras que en este bosque habitan, para que así tú puedas descansar. Pero el día que necesite tu ayuda, sin quejas ni disputas tú me la otorgaras". El espíritu observo que el corazón de Sirkey no albergaba orgullo ni avaricia, era un hombre noble y sencillo. Ataviado con poco más que las pieles de un mísero animal y una espada, Sirkey no pertenecía a ningún lugar, el mundo era su hogar. Sus ojos claros como la nieve de las montañas Norem, azulada al alba, eran los ojos del guerrero que no conocía el temor. ¿Cómo aquel sencillo mortal había conseguido lo que ninguno antes? Atravesar la horrenda senda, la infranqueable Sheika, dueña del temor de los hombres y Dioses sin flaquear ni titubear. La bestia accedió y le entrego la Ka-Ha, la primera y única espada del Dios de Sheika, que durante muchas estaciones había guardado aquel lugar. Así Sirkey sería el nuevo guardián de Sheika y del mal que guardaba. "En el interior de este bosque está el secreto de la Ka-Ha, la única espada que con las bestias puede acabar, ¿crees que las has derrotado? ignorante mortal. Tal vez algunas, las más insignificantes. Ellas siguen en el interior de Sheika, protegidas por sus altas ramas y por su amplio follaje. Tu corazón es noble y tu espíritu fuerte, pero no solo un hombre puede guardar este bosque. El día que veas en los ojos de otro a un hermano, vuelve, y te entregare el secreto para que a ellos los puedas armar y a tu lado puedan luchar". Las palabras del Dios del Bosque retumbaron en la cabeza de Sirkey y este contesto, "Ya puedes ir a dormir, descansar o hacer lo que te plazca, pero no olvides la promesa, el día que te necesite acudirás sin falta". Y el lobo se marchó, adentrándose en las sombras de Sheika y desvaneciéndose entre la extensa arboleda.

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