Pues parece ser, que si todo continua como hasta ahora, podre estar publicando un capitulo por semana, ojala sea así. En fin, este es el tercer capitulo de mi fan fic de Macross, que espero y les este gustando. Después del capitulo anterior en el cual nuestra heroína sufre la perdida de todos los que quería es enviada a la base lunar, donde conocerá al narrador de esta historia.
Capítulos anteriores:
Capitulo 1 - Prologo.
Capitulo 2 - ¿La advertencia?
Capitulo 3 - Base Lunar.
Música sugerida para leer el relato.
¡La luna!, fue aquí donde una
buena parte de la humanidad logro sobrevivir el embate de los zentraedi. Así
como también fue el lugar de construcción del Megaroad 01, y muchas otras naves
de su clase. Al menos hasta que se optó por las nuevas naves de clase New
Macross.
Y por un tiempo, después de
ciudad Macross, es que la base lunar fue la punta de lanza en tecnología, no
había nadie que nos hiciera la competencia. Pero de repente decidieron fundar
el centro de pruebas de vuelo, en la base New Edwards, en el planeta Edén. Con
ello es que la base lunar se fue a pique, y en la UN Spacy se decía que solo se
mandaba a ese lugar a los inadaptados, obsoletos o inútiles. Tengo que decir
que yo era uno de esos elementos.
Mi nombre es Isacc Zimerman. Y al
menos sobre el papel, era por aquel entonces el jefe científico de la base
lunar… aunque para fines prácticos solo significaba que era el más loco del
lugar. Tengo 27 años, disfruto de leer un buen libro de ciencia ficción, que es
usualmente de donde saco algunas de mis ideas, mi comida favorita en definitiva
es la pizza. ¿Por qué fui a parar a la base lunar?... bueno, digamos que sugerí
un nuevo algoritmo para los robots de construcción a bordo del satélite
fabrica… y las cosas no salieron nada bien. Pero ¡hey!, es mejor pedir perdón
que pedir permiso.
Desde entonces solo me dedique a hacer
nuevas partes para los VF… aunque como es natural, nada de lo que hacía pasaba
a la línea del frente. De hecho, ni si quiera teníamos VF-11 en la base, lo
único que nos dieron fueron unos maltrechos VF-5000 Star Mirage. Y pues, digamos
que les hacia alguna que otra modificación nada ortodoxa.
VF-5000 Star Mirage.
Tengo que admitir que la última
persona que pensaría iría a parar a este manicomio… era Kara. Después de todo
ella formaba parte de la elite, pero tras la destrucción del Clemeceu y la
muerte de todos los gatos monteses, supongo el alto mando no quería mandarla a
donde pudiera ser vista como menos, precisamente por lo acontecido. Y creo que
al no saber qué hacer con ella, es que terminaron mandándola a la base lunar.
Admito que al principio fui
insensible con ella, pues no me puse a pensar que estaría algo susceptible a
tratar el tema de la perdida de sus compañeros. Lo único que había en mi mente,
era que por fin tendría un piloto capaz, para probar mis inventos. Así que
cuando supe que esta llegaría a la base, fui de los primeros en recibirla… de
hecho, creo que fui el único que le dio la bienvenida.
Y allí estaba Kara, de madre
zentran y padre humano, toda una promesa a sus 25 años. Lo que resaltaba de
ella, era su gran pelo rojo como el fuego, es verdad que en los humanos existen
pelirrojos, pero aquella tonalidad, no quedaba la menor duda de que se trataba
de una característica zentran. Estaba con un brazo cargando su morral con sus
pertenencias, y con la otra llevaba una Tablet… era curioso verla usando gafas
oscuras, sobre todo porque en la base lunar no era necesario. Pero bueno, he
conocido a otros pilotos en el pasado, y supuse que se trataba de alguna cosa
de ellos.
— Supongo
que tú eres la alférez Kara — le dije amablemente.
A esto solo me miro con
prepotencia, y bufo un poco antes de dirigirme la palabra.
—
¿Y tú quién eres?
—
¡Cierto! No me presente, soy Isacc Zimerman,
jefe científico de este manicomio.
—
Mmm… ya veo… ¿Sabes dónde puedo encontrar al
Mayor Vázquez?
—
¡Oh!, a quien buscas es al jefe de seguridad… si
es que tal cosa fuera necesaria.
—
¿Sabes o no sabes?
— ¡Por
supuesto que lo sé! — dije con mucha prepotencia.
— Entonces dime.
— Hare algo mejor, te llevare hasta el, y de paso podremos
seguir conversando — le dije mientras la invitaba a seguirme — Sabes, no
tenemos muchos pilotos de tu calibre por acá, y en parte es la razón por la
cual quiero creer la UN Spacy no se ha tomado en serio ninguno de mis inventos.
De
repente Kara se detuvo, en frente de una de las dársenas, cuyas puertas
quedaron abiertas.
— ¿Qué es eso? — pregunto, mientras señalaba a un objeto
grande.
Tal
objeto, era el Ícaro, una nave que diseñe cuando llegue a la base lunar, y
algunos de mis ayudantes se tomaron en serio construir.
— Es una nave naturalmente.
— Nuca había visto ese diseño.
— Es normal, es algo que diseñe. Tiene el poder de fuego
de una nave clase New Macross, pero sin la necesidad de transformarse en una
forma humanoide. A parte es un cuarto el tamaño que esas monstruosidades.
— Y porque no puede transformarse.
New Macross Battle en modo de disparo.
En
ese momento me sentí un poco molesto, pues estaba dudando de una de mis más
magnificas ideas.
— ¿Tienes idea de porque el Macross original tomo aquella
forma?
— Para ser franca no.
— Está bien… veras, esa fue la solución que dieron para
poder llevar energía desde la Dédalo y el Prometeo hasta el cañón principal,
pues habían desaparecido los generadores en el Fold. Si no hubiera sido por
ello, el Macross hubiera perfectamente podido prescindir de aquello.
— ¿Y entonces por qué las New Macross si se transforman?
— Eso fue una decisión meramente política, basada en la
nostalgia de la estética. No es como las valkirias, que si se requiera tengan
que adoptar una forma humanoide para combatir a los zentran. ¿O alguna vez has
sabido de un zentran de 1.4 kilómetros?
Kara
se quedó pensando, y al hacerlo, no pude evitar pensar que se veía graciosa
haciendo aquello.
— No, creo que no — respondió finalmente, al tiempo que
reanudamos la caminata.
— Me alegro, y cambiando de tema, en verdad siento que
contigo aquí las cosas cambiaran dramáticamente. Sin duda hemos tenido un
enorme golpe de suerte al tenerte con nosotros. Espero me ayudes a demostrarle
a esos tontos de la UN Spacy, lo errados que están de no tomar en cuenta mis
invenciones.
Kara se detuvo en seco. Tenía
agachada la cabeza, y parecía algo enojada, me le acerque con curiosidad para
ver qué es lo que le sucedía, y sin previo aviso me soltó un golpe en la cara,
golpe que me lanzo lejos de ella.
— ¿Suerte
dices? — dijo mientras cerraba con fuerza su puño,
en una más que marcada ira — ¡no sabes lo que dices!, todos a los que alguna
vez aprecie murieron. ¿Crees que me alegra estar en este basurero?, ¿crees que
soy una fracasada o loca como tú? Para que te enteres, solo estoy de paso, en
algún momento sé que me volverán a llamar. Así que ni creas que seré tu
conejillo de indias.
Después de eso, paso al lado mío,
hecha una furia, y continúo su camino… Tenía que reconocer que no había tenido
el más mínimo tacto en esa situación, como mi madre hubiera dicho, tenía la
diplomacia de un puercoespín. Me merecía por completo aquel golpe, tendría que congraciarme
con ella de alguna forma. Y al principio pensé que sería fácil… jajajajaja… me
equivoque.
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