lunes, 18 de noviembre de 2013

[Fanfic] Macross 2036: El vuelo del Ícaro - Capitulo 2 - ¿La advertencia?

Y ahora les presento el segundo capítulo de mi Fan Fic de Macross, el primer capítulo fue mas una introducción, con varios detalles generales que los fans reconocerán, y los no fans, bueno les dio de entrada un buen marco de referencia para lo que sigue en los siguientes capítulos, espero y sean de su agrado.

Capitulo Anterior:


Capitulo 2 - ¿La advertencia?


Música sugerida para leer el relato.

Una de las cosas a las cuales se dedica la UN Spacy, es la de salvaguardar las colonias, flotas e instalaciones del sistema solar de la humanidad. Miles de naves fueron lanzadas con este fin, algunas operan en flotas completas, pero de vez en cuando hay una que otra que opera en solitario. Tal era el caso del Clemenceau, la nave a la cual partencia originalmente Kara. Esta era una de las nuevas naves de clase Guantánamo, que vinieron a sustituir a las ARMD. Pero a diferencia de sus predecesoras, estas contaban con sistemas fold, los cuales les permitían viajar grandes distancias en muy poco tiempo. Además de por su puesto estar mejor armadas.

Nave de clase Guantánamo - Clemenceau.

Estas naves que operaban en solitario, por lo general llevaban elementos de elite, por lo tanto Kara era considerada una piloto de lo mejor que la UN Spacy tenía entre sus efectivos, junto con los gatos monteses. Todos piloteaban el nuevo caza de las Nuevas Naciones Unidas, el VF-11 Thunderbolt.

VF-11 Thunderbolt de las nuevas naciones unidas.

El oficial al mando de los gatos monteses era un veterano piloto de los tiempos de la primera guerra espacial, nombre que se le dio a aquel enfrentamiento contra los zentraedi. Su nombre era Saúl Bush.

El Clemenceau a principios del año 2036, es que se le asignó el patrullar un área cercana a la órbita de Plutón. Estratégicamente no valía nada, pero si algo pasaba hacia el sistema solar, serian sin duda los primeros en responder. Al menos en 3 ocasiones se enfrentaron a naves pérdidas de los zentraedi, y en cada ocasión los derrotaron o los redujeran lo suficiente para que se rindieran. De hecho encontrar una nave o flotas de naves zentraedi, ya fuera en el sistema solar, las colonias, o las flotas de migración… se había tornado en algo cotidiano. Por eso en el primer despliegue de marzo, es que no había razones para creer que las cosas serían diferentes.

Aparentemente una nave de clase Picket se aproximaba al sistema solar. No más de 500 metros de longitud, salió de Fold a apenas unos 150 mil Kilómetros de Plutón, del área de caza del Clemenceau.

Picket Zentraedi.

 El capitán de la nave tomo rumbo de intercepción. Cuando estuvieron cerca, es que pudieron percibir por los sensores que la nave los ignoraba por completo. Aprovechando eso, es que el Clemenceau comenzó operaciones.

    ¡Este es el capitán Fansworth! ¡Gatos monteses!, ¡prepárense para su despliegue!, ¡este no es un simulacro! — decía el capitán por los altoparlantes que retumbaban por toda la nave, al tiempo que se escuchaba una estruendosa alarma.

Kara se encontraba en ese momento en el comedor. Apenas había tomado su bandeja, cuando tuvo que lazarla por los aires. Salió hacia los casilleros y rápidamente se quitó su traje de faena, por su traje de vuelo. De hecho todos los gatos monteses hicieron lo mismo.

    ¡Muévanse gatos! ¡Muévanse! ¡¿O es que acaso desean vivir para siempre?! — les gritaba el teniente Bush.

Kara salió de los casilleros hasta donde estaba su VF-11. Los mecánicos la ayudaron  subir a este, y ya adentro se aseguro el casco, prendió los sistemas de cabina y entonces su VF comenzó a moverse hacia la catapulta. Una vez estuvo fuera, Kara se encontró con la alférez Claudia Martínez, el ala de Kara.

    Te tomo algo de tiempo llegar hasta aquí alférez Ka-ra — dijo burlonamente.
    No es eso, solo te estaba dando tiempo de adelantarte, si hubiera salido antes, te hubiera dejado atrás como de costumbre.

Ambas mujeres rieron, hasta que fueron interrumpidas por el teniente Bush.

    ¡Corten la plática!, estamos en alerta de combate. Todos los gatos monteses, mantengan distancia con el Picket, no disparen a menos que este se muestre hostil. Como de costumbre chicos, entramos y salimos.
    ¡Si señor! — respondieron los gatos monteses.

El Picket se mantuvo en silencio, mientras que el Clemeceu trataba de determinar qué es lo que hacían. Por su parte los gatos monteses se mantenían a distancia, observando a la misteriosa nave.

De repente la nave empezó a rotar, y de esta emergieron trajes Nousjadeul-Ger. El Picket había movido ficha.

Nousjadeul-Ger.

    Así que decidieron actuar primero. ¡Perfecto! Vuelo uno, intercepten a los Nousjadeul. Vuelo dos, destruyan los motores Fold de esa nave.

Así empezaron a moverse. Kara pertenecía al vuelo uno, así que como era obvio, se enfrentaría a esos Nousjadeul. Ella y Claudia volaron a increíble velocidad, una vez tuvieron algunos enemigos en la mira, lanzaron una andanada de misiles, para después acelerar, dejando atrás estos. Atravesaron antes que los misiles, dejando a unos confundidos zentraedi, que no pudieron hacer nada ante los misiles que les impactaron. Después ambas cambiaron a modalidad Batteloid, y comenzaron a disparar a cualquiera que se les aproximara. Cosas similares hacían los demás gatos monteses, algunos incluso sin necesidad de usar las armas, literalmente al cuerpo a cuerpo, eliminaban o incapacitaban a los zentraedi.

Mientras tanto los de vuelo dos comenzaron a acercarse al Picket, el cual intento interceptarlos con sus armas defensivas. Las maniobras que los gatos monteses empleaban para evadirlos, al tiempo que eliminaban las defensas, eran sencillamente impresionantes.

Todo parecía indicar que los gatos monteses se llevarían la victoria, como era usual. Pero de repente el Clemencea abrió todos los canales.

    ¡Teniente Bush!, ¡salgan de aquí! — decía el capitán Fansworth, del cual se veía solo una imagen distorsionada de su cara, al tiempo que se escuchaban sirenas a bordo de la nave.
    ¡¿Qué sucede capitán?! — espeto Bush.
    Una segunda nave nos ha sorprendido por la retaguardia, ha abierto fuego contra nosotros. La nave está perdida, no sé si logremos evacuarla a tiempo. Por eso es que le pido que saque a su gente de aquí.
    Con todo respeto, pero me rehusó  seguir esa orden capitán, aguanten, ya vamos para allá. ¡Gatos monteses! Abandonen sus blancos, vamos de vuelta al Clemenceu a todo gas.

Los gatos monteses dejaron de atacar sus objetivos, y emprendieron su regreso a su nave madre. Desafortunadamente los zentraedi aprovecharon esto, y se lanzaron en persecución. Algunos gatos monteses se transformaron en Batteloid para cubrir la retirada del resto. Esas fueron las primeras bajas.

Cuando por fin alcanzaron el Clemenceu, este estaba completamente en llamas, rodeado por varios Reguld. El teniente Bush intentó comunicarse de nuevo con la nave pero le fue imposible.

Reguld.

    ¡Demonios!... escúchenme todos, si perdemos el Clemeceu, nuestras posibilidades de sobrevivir son mínimas, no podemos perder la nave. Así que pase lo que pase, esa nave no caerá.

Todos los gatos monteses estuvieron de acuerdo con su comandante, y se lanzaron a defender su nave. Desafortunadamente los Reguld eran demasiados, y empezaron a ser abrumados, cuando los Nousjadeul los alcanzaron.

    ¡Malditos zentraedi! ¡Mueran! ¡Mueran! — se escuchaba que gritaba Claudia por la radio.

Kara quería unírsele en su alegoría, pero estaba bastante ocupada. En modo Batteloid intento interceptar a todos los Reguld que se le acercaban. Tan concentrada estaba en ello, que no se percató que un Nousjadeul le llego por atrás, destruyendo sus propulsores principales y piernas. Antes de que el zentraedi pudiera acabar con el trabajo, es que llego Claudia a auxiliarle.

    ¡Kara! ¿Estás bien? — pronuncio Claudia con preocupación en su voz.
    ¡Claro que sí! Puedo maniobrar esto y hacer el desayuno al mismo tiempo.
    ¡Eres una verdadera tonta!

Claudia se dedicó a defender a su compañera, la cual no se quedaba sentada, pues con las pocas armas que le quedaban es que dañaba a los enemigos. De repente el Clemeceau exploto, y al poco tiempo uno de los gatos monteses se apodero de la radio.

    ¡Han derribado al teniente Bush! ¡Dios mío! ¡Dios… — alcanzo a decir el piloto antes de ser derribado.
    ¡Dios! ¿Qué va a ser de nosotros Kara?
    ¡Tú sigue disparando maldita sea!

Los gatos monteses empezaron a caer uno tras otro, hasta que solo quedaron Kara y Claudia, completamente rodeadas. Claudia era excepcional como piloto, y logro derribar a muchos Reguld, hasta que de la nada, apareció un Queadluun que termino por abatir a Claudia. Ya solo quedaba Kara, y se quedó admirando ese Queadluun. Este apunto con sus armas directo a la cabina, justo cuando estuvo a punto de disparar, se detuvo para después retirarse, junto con sus demás camaradas.

Queadluun.

Kara entonces pudo ver como los zentraedi emprendieron la retirada. Sola… había quedado completamente sola. Cuando se percató de ello, es que sintió un vacío en su pecho, pues todos los que conocía, todos los que alguna vez había apreciado… estaban muertos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario